Amor propio: formas de practicarlo

Practicar el amor propio suena simple y obvio, especialmente cuando le decimos esto a otra persona. Amarnos a nosotros mismos es básicamente una forma de aceptar lo que somos, un esfuerzo por tratarnos con amabilidad y ser incondicionales a nuestras creencias. Pero, ¿por qué es tan difícil ser bueno con la persona que vemos en el espejo?

La obsesión por la perfección o comportamientos como compararnos o la necesidad de aprobación externa ... pueden ser muchas las causas de este comportamiento que acaba en problemas para relacionarse con otras personas.

Cuando no fortalecemos nuestro amor propio, irónicamente puede aparecer el narcisismo (puede parecer que se quieren demasiado a sí mismos, pero los estudios muestran una baja autoestima en los narcisistas) o por el contrario, nos sentimos insatisfechos con quienes somos, nos volvemos dependientes de los demás y fácilmente manipulables.

Amor propio y amor por los demás

El amor propio viene al enfrentar lo que más odiamos de nosotros mismos. Esto comienza reconociendo que todos vivimos con nuestros demonios, esas características de nuestra personalidad (o nuestra apariencia) que no nos gustan. Tenemos historias difíciles que son parte de nosotros mismos y lo lamentamos. Debemos aceptar que todos esos aspectos negativos también son parte de nosotrxs mismxs. La terapia individual puede ayudarte a trabajar en tu auto-aceptación.

Amar a los demás es más fácil, no vemos en los demás los mismos errores que vemos en nosotros mismos, siempre tendemos a ser más duros con nosotros mismos. Si no sabemos amarnos a nosotros mismos, no nos es posible amar verdaderamente con todo nuestro corazón. Cuando hay amor propio, no hay apego insano, no hay dependencia.

En lugar de rechazar o obligarnos a amar lo que no nos gusta, simplemente deberíamos tratar de entender que todos somos humanos, y parte de la vida es ese crecimiento hacia mejores humanos. Si practicas el amor propio, tomas decisiones saludables y construyes relaciones saludables al mismo tiempo que te rodeas de personas que te apoyan y promueven el amor propio en tu vida.

Amor propio y autoestima, ¿cuál es la diferencia? 

La autoestima se refiere al nivel de satisfacción que uno tiene con uno mismo y es más específico a lo que aprecia de sí mismo. El amor propio es mucho más profundo. Se trata de aceptarnos a nosotros mismos como somos. Incondicionalmente, sin necesidad de escondernos o desconectarnos del mal de nuestro ser. Si tienes ganas de leer más sobre la autoestima, por favor mira mi publicación sobre Autoestima y sexualidad.

Consejos para practicar el amor propio

• Reconoce y acepta tus defectos. Sé consciente de sus fortalezas y trabaja para mejorar tus debilidades, nadie es perfecto y vinimos a este mundo para aprender y experimentar el progreso. Es una ayuda para cualquier desafío cuando logras concentrarte en tus habilidades. Cuando nos reconocemos como somos, en lugar de juzgarnos o reprocharnos, nuestra vida se vuelve mucho más enriquecedora.
• Deja de compararte. Nada peor para tu confianza que medir tu vida usando la regla de otra persona. Compararnos con los demás, les permite conducir nuestro comportamiento. La vida no es competencia y todos logramos objetivos diferentes; cada uno tiene diferentes tiempos.
• Practica la gratitud. Estamos más abiertos a aceptar situaciones cuando estamos agradecidos por lo que tenemos, esto ayuda a cambiar nuestra mente y energía en torno a lo que está sucediendo. Cuando estás agradecido por tu realidad, el amor propio se vuelve natural. Comienzas a ver las bendiciones a tu alrededor, y esto incluye la bendición que es tu propia existencia.
• Comprométete con tus metas y sueños. Cuando sabes que estás haciendo todo lo posible para hacer realidad tus sueños, estás más consciente de que debe apoyarse a tí mismo y a los demás. No importa si tienes éxito o no, saber que estás haciendo tu mejor esfuerzo es tu primera recompensa.
• Haz de las afirmaciones positivas parte de tu rutina diaria. Repítete a ti mismo lo hermosx e inteligente que eres, cuánto te mereces tener éxito en ese sueño en el que has estado trabajando tan duro.

La falta de amor se convierte en enemigo de nuestras metas, no hay otra forma de lograr lo que buscamos que estar seguros de que tenemos todo lo necesario para lograrlo. No necesitamos amar todo lo que somos para desarrollar el amor propio; todo lo que necesitamos es aceptación y compromiso con nuestro proceso, aprender y tratar de ser nuestra mejor versión cada día. También es saber que si no logramos una meta que nos propusimos, está bien. Si algunos días no estamos en nuestro mejor momento, no pasa nada.

Todo forma parte de la vida, aprendemos de estas experiencias y usamos estas lecciones en el futuro. Pueden ayudarnos a lograr un objetivo diferente en el futuro que puede llegar a ser mucho más valioso.

El amor propio no se trata de sentirse inquebrantable, sino de recordar que puede fallar. Tenga en cuenta que no importa cuánto se rompa, se volverá a levantar. Contáctame en cualquier momento que desees una opinión profesional y una terapia individual.

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Recordad: Todos somos perfectamente imperfectos, tal y como somos.